Las aventuras de Chatrán: el film empañado por denuncias de maltrato animal y la duda atroz sobre los gatos que murieron en el rodaje
Noventa minutos de animales y naturaleza en pantalla, eso es lo que dura Las aventuras de Chatrán (Koneko Monogatari tal cual es su título original o The adventures of Milo y Otis como se conoci...
Noventa minutos de animales y naturaleza en pantalla, eso es lo que dura Las aventuras de Chatrán (Koneko Monogatari tal cual es su título original o The adventures of Milo y Otis como se conoció en los Estados Unidos). El clásico infantil japonés que se estrenó en 1986, relata el periplo de un gato que pasa por todo tipo de situaciones, muchas de ellas de extremo peligro. Dirigido por Masanori Hata, generó ternura entre el público por su trama, pero también despertó una sospecha que nunca quedó del todo clara: ¿hubo maltrato animal en el rodaje?
Al gato llamado Chatrán, el personaje central de la película, le pasa de todo. Nacido en una granja junto a otros seis hermanos, entabla una amistad con un perro pug llamado Pousquet, que lo sigue a sol y a sombra para cuidarlo. En uno de sus días de juego, este simpático felino atigrado queda a la deriva adentro de una caja de madera en un río y allí comienza su aventura. Después de enfrentarse a osos, gaviotas y serpientes, entablar amistades con caballos, cerdos y ciervos y superar todo tipo de riesgo -que incluye nada menos que caer de un acantilado y después en un pozo-, se reencuentra con el can que no dejó de buscarlo desde el momento en el que la corriente se lo llevó.
Los animales que aparecen en las diferentes escenas; los variados paisajes; la música; el cambio de las estaciones y una voz en off que relata todo lo que ocurre, hicieron que este film sea inolvidable para toda una generación. Sin embargo, así como le llegó el éxito, surgió una polémica que la ensombreció.
Masanori Hata, su director, fue además zoólogo y documentalista y decidió que la filmación tuviera lugar en la reserva Reino Animal Mutsugorō. Para llevarla adelante y dar vida a este querible personaje se requirieron más de una docena de gatos.
Hace 37 años no existían los recursos tecnológicos que hay en la actualidad, por lo que el trabajo de filmación demandó mucho tiempo: cuatro años. Tras su estreno, y según denunciaron diferentes organizaciones de derechos animales, existió maltrato animal en las escenas y muchos gatos murieron en el rodaje.
Hasta trascendió que, para darle realismo a la película, uno de los técnicos le rompió la pata a un gato para hacerlo renguear. También se dijo que muchos de estos animales perdieron la vida durante la filmación. Ante todos estos trascendidos, hubo quienes quisieron tomar cartas en el asunto. La American Humane Association, por ejemplo, quiso hacer una denuncia para que se investiguen los hechos, pero no prosperó. “Todo condujo a un callejón sin salida”, precisaron, según lo recogido por el sitio 20minutos.es en un artículo donde se refirieron a las películas en las que se maltrató a animales.
Por otra parte, tras el estreno de la cinta en Australia, la Animal Liberation Queensland argumentó que más de 20 gatos murieron durante la producción y, ante esta afirmación, los activistas japoneses expresaron su preocupación. “Es difícil ver cómo sobrevivió Chatrán. De hecho, según el grupo defensor de los derechos de los animales más grande de Japón, no lo hizo. O, para ser más exactos, un tercio de los utilizados no lo hacían”, revelaron en un artículo publicado en The Economist el mismo año del estreno de la cinta.
Existen muchos rumores sobre maltrato de animales durante la filmación de Las aventuras de Chatrán. Más allá de las denuncias y acusaciones, nunca quedó del todo claro qué pasó.
Aunque algunos tengan un lindo recuerdo y hayan reído y sufrido al mismo tiempo por todas las peripecias que le toca afrontar a Chatrán, el macabro manto de dudas que pesa sobre la película persiste hasta hoy, a casi cuatro décadas de su estreno.