Dos días después de que el presidente Javier Milei proclamara “la “nueva era de la reconciliación con las Fuerzas Armadas”, el Gobierno otorgó un aumento salarial a los militares, que alcanza un promedio del 21% en los distintos grados. La mejora, sin embargo, sería inferior a la inflación acumulada en los meses de febrero y marzo y no representa una recomposición real, ya que implica la aplicación de la actualización que se había concedido a la administración pública nacional, advirtieron fuentes castrenses a LA NACION.

La actualización salarial se conoció luego de que el Presidente invitara a las Fuerzas Armadas a participar del Pacto de Mayo y ser “testigos y estandartes de la nueva Argentina”, y en medio de la visita al país de la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la general Laura Richardson, quien mantuvo una audiencia con Milei en la Casa Rosada y hoy recorrerá la Base Naval de Ushuaia, en Tierra del Fuego.

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La mejora está contemplada en una resolución conjunta firmada por los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Defensa, Luis Petri.

Los militares vienen sosteniendo desde hace tiempo el reclamo por una equiparación salarial con las fuerzas de seguridad. También la ministra Patricia Bullrich anunció una mejora salarial, en el mismo sentido, para el personal de la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, por lo que la brecha entre los uniformados se mantiene, en favor de los agentes de seguridad, insistieron fuentes militares.

Esta disparidad en los niveles salariales se da en momentos en que el Gobierno impulsa la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de seguridad, como el combate al narcotráfico en Rosario, por el momento limitado a tareas de apoyo logístico.

Se trata de la segunda actualización de haberes del personal militar en lo que va del año, ya que a fines de enero se anunció una mejora del 16% en los sueldos de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, ese aumento contrastó con la eliminación de los dos tramos pendientes de una jerarquización salarial cercana al 20% que había anunciado el gobierno anterior, durante la gestión ministerial de Jorge Taiana.

El gobierno de Milei consideró en ese momento que el anuncio de la administración anterior constituía “una actitud netamente electoralista y de impericia financiera” y lo atribuyeron al “plan Platita” que el oficialismo de entonces lanzó durante la campaña electoral.

Según el esquema fijado en la gestión de Taiana, a lo largo de 2023 se concretaron aumentos en tres tramos –del 14% en marzo, otro 14% en julio y 12% en noviembre- y quedaban pendientes dos incrementos más, en cuotas del 10%, para 2024. El gobierno de Milei no fijó posiciónsobre estos pagos. Simplemente, no los abonó.

Con la nueva escala salarial, el personal que tiene el máximo grado militar –teniente general, almirante y brigadier general- percibirá un haber mensual de $1.797.729, desde el 1 de abril. En otros grados, un coronel, un capitán de navío y un comodoro percibirán $1.279.406, mientras que un teniente coronel, un capitán de fragata y un vicecomodoro pasarán a cobrar $1.112.380. En estos casos los porcentajes de aumento llegan al 21 por ciento.

Los suboficiales mayores, en tanto, tendrán un sueldo de $898.864. Un suboficial principal cobrará $796.863 y un cabo percibirá $463.379.