CÓRDOBA (enviado especial).– Que la entrada, que el pasaje, que la estadía, que los peajes, que la comida, que el estacionamiento… Ir a la cancha en la Argentina se convirtió en un privilegio al que no todos los hinchas pueden acceder. Sobre todo, si tu equipo juega a cientos de kilómetros de Buenos Aires. Este sábado, la capital cordobesa amaneció repleta de fanáticos de River y Boca que, pese a la difícil situación económica que atraviesa el país, viajaron desde distintos puntos del mapa para presenciar el superclásico de este domingo en el estadio Mario Alberto Kempes. Micros de línea, autos particulares y combis de diferentes peñas y filiales fueron los medios más utilizados para arribar a la provincia mediterránea, donde a partir del viernes los precios de los hoteles y restaurantes volaron por las nubes. Entre un 15% y un 30% más. ¿Cuánto cuesta, en total, ver el River-Boca?

Aunque el grueso de los hinchas llegará el domingo, el centro, la terminal de ómnibus y el aeropuerto Ingeniero Aeronáutico Ambrosio Travella se tiñeron con los colores de Boca y River desde las primeras horas de este sábado. Luciano, fana del Xeneize, y Cristian, su primo, “enfermo” del millonario, viajaron juntos desde Retiro y se alojarán en el departamento de un amigo en Barrio Argüello, a unos cinco kilómetros del Kempes. “Nos alcanzaba justo para la entrada, el micro y la comida. Si teníamos que pagar hotel, no llegábamos”, cuentan para LA NACION. Pagaron $46.000 de pasaje cada uno, $31.500 la popular y se trajeron otros $40.000 para costear el traslado hasta el estadio “y un chori a la salida de la cancha”. Por disposición de la Liga Profesional, los valores de los tickets para el Superclásico cuestan dos veces más que las del resto de los cruces de cuartos de final (Argentinos Juniors-Defensa, Estudiantes-Barracas y Godoy Cruz-Vélez): $10.500 la general y $18.900 la platea, más un 5% extra de costo de servicio.

Nahuel y Leonela viven en Morón, son pareja y comparten la pasión por el millonario. Partieron el viernes a las 21.30 desde la terminal de Flores y llegaron a Córdoba el sábado a las 8 de la mañana. El micro que los trasladaba sufrió un desperfecto técnico a la altura de Rosario (hubo que cambiarle una correa) y debieron esperar una hora para continuar con la aventura. “Está salado el viaje, pero no podíamos faltar a este partido”, se convencen. Gastaron $110.000 en pasajes (a pagar en seis cuotas) y $136.000 por las noches del sábado y el domingo en un hotel tres estrellas. A eso hay que agregarle unos $13.000 de taxi ida y vuelta hasta el estadio y la comida. En el centro, un café con leche con dos medialunas cotiza alrededor de los $2.800. La grande de muzzarella, $7.600. Y una cerveza de litro, la más popular, $5.800.

Pero la espera se hizo larga y nadie quiere quedarse afuera de esta nueva edición del Superclásico. La última vez que Boca y River se vieron la caras con público de los dos equipos fue el 9 de diciembre de 2018, en Madrid, por la final de la Copa Libertadores. Desde entonces se produjeron otros 13 enfrentamientos, seis en el Monumental, seis en la Bombonera y uno en el Ciudad de La Plata. 11 fueron solo con la parcialidad local, mientras que el resto se jugó a puertas cerradas.

“Doscientas cincuenta lucas cada uno”. Peso más, peso menos, eso es lo que gastarán Jonathan, Armando, Thiago y Ariel al final del viaje a Córdoba: “Ochenta y cinco mil pesos de platea, $50.000 de nafta, $30.000 de hotel más la cena del sábado y el almuerzo del domingo”, sintetiza Jony. Los cuatro son hinchas de Boca, pero tomarán el camino de los simpatizantes de River: por la ruta nacional 9, el más directo desde CABA. “A la vuelta quizás se sumaba un chico más, pero por ahora somos cuatro”, cuenta para LA NACION. A los muchachos no les gusta viajar de noche, pero el lunes se trabaja temprano y el bolsillo también sufre. “Vamos y venimos por la 9, pero sin ropa de Boca. No queremos tener lío nosotros ni el auto”, afirman.

¿Avión? Solo para algunos pocos. Desde el martes por la noche, momento en que Boca selló su clasificación a cuartos, la búsqueda de vuelos a Córdoba aumentó un 70% y el valor de los pasajes se incrementó en proporción. Hasta el lunes, un aéreo a la Docta podía rondar, de acuerdo a la compañía y el servicio, entre los $50.000 y los $80.000. Desde el martes, los pasajes de Buenos Aires a Córdoba con salida el sábado y regreso el lunes ronda el medio millón de pesos. “Son las leyes del mercado”, explican desde las empresas.

Para viajes de tres o más personas, el vehículo particular termina siendo, a pesar del precio de la nafta, la opción más elegida. Desde Buenos Aires se deben transitar unos 700 kilómetros para llegar a la capital cordobesa, lo que implica un consumo de 95 litros de combustible para recorrer los 1.400 km que requieren ir y volver. Pasado a números, unos $79.515 en el caso de las naftas súper y $98.125 las premium.

“En combustible gastamos $83.000 de ida y vamos a gastar otros $83.000. De peaje tenemos otros $4.000. Entre mi nene y yo calculamos gastar unos $60.000 entre la cena del sábado y el almuerzo del domingo. Y a eso hay que agregarle el hotel, que nos costó $70.000 para los dos, y las dos plateas, $85.000 cada uno. En total, unos $500.000 todo el viaje”, resume Federico, desde la ruta, acompañado por su hijo, Máximo. “Si Boca gana -dice-, ni nos vamos a acordar de cuánto pagamos”. Luego habrá tiempo de sentarse a sacar las cuentas…