El presidente Alberto Fernández dio esta tarde un mensaje público para referirse a la violencia desatada en la provincia de Jujuy tras la aprobación en la Legislatura de una reforma constitucional. Pidió el cese de la violencia y que el gobernador Gerardo Morales dé marcha atrás con los artículos más cuestionados.

Poco antes de las cuatro de la tarde Fernández comenzó haciendo referencia a las denuncias presentadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la situación en la provincia, así como las de Amnistía Internacional, referidas a la reforma constitucional y la posición de Human Right Watch.

“Insto de forma inmediata al gobernador Gerardo Morales a cumplir con los estándares internacionales en Derechos Humanos”, dijo. También comunicó que instruyó al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, para que intervenga en el caso. Y luego se refirió a la presencia en la provincia del secretario Horacio Pietragalla. “Por último solicito al gobierno de Jujuy que convoque a las comunidades aborígenes” para solucionar de inmediato a los diferentes actores que intervienen en el tema.

“Es imprescindible garantizar los derechos humanos en todo el territorio”, dijo Fernández. El mandatario pidió que Jujuy “no sea un laboratorio de prueba” de lo que se “pretende” llevar adelante en todo el territorio nacional.

Ayer el mandatario solo se expresó a través de un tuit para criticar al gobernador jujeño, Gerardo Morales. Después hubo pronunciamientos de funcionarios del Gobierno, como el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Ayer se produjeron graves disturbios afuera de la Legislatura de San Salvador de Jujuy, cuando manifestantes encapuchados intentaron ingresar violentamente, y ante la reacción policial empezaron a tirar piedras y bombas molotov. Los efectivos respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma. El saldo fue de decenas de heridos y detenidos.

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