Según consignó la Cámara del Comercio Automotor (CCA), en los primeros cinco meses del año se vendieron 663.831 autos usados, un 2,35% más respecto del mismo período de 2022. Cifras que se ven con buenos ojos en la industria, más aún después de constatar una suba del 9,23% en relación a abril de este año.

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“Para mucha gente, el auto sigue siendo un refugio de valor porque va acompañando el ritmo de la inflación y la devaluación de la moneda”, señaló Alejandro Lamas, secretario de la CCA, quien también comentó que “no se esperan grandes cambios a corto plazo” en el mercado de usados.

Lo cierto es que este aumento de las ventas vino acompañado con un aumento de precios. Como todos los productos en la Argentina, afectados por la inflación, los autos usados van ajustando su valor mes a mes. ¿Cuánto aumentaron en lo que va del año, con respecto a lo que valían en enero? Un anticipo: el incremento es un poco menos acelerado de lo que ocurre con los 0km.

Mientras el mercado de vehículos nuevos viene subiendo, en promedio, entre un 6% y 7% por mes, los usados incrementaron sus precios en el orden del 30% en estos cinco meses.

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Ahora bien, si hablamos de rankings las cosas no varían demasiado. Hace tiempo que se buscan los mismos modelos de usados, muchos de los cuales ya no se fabrican. Volkswagen encabeza con sus Gol y Gol Trend, sigue Chevrolet con el Corsa y Corsa Classic, aparece Renault con el Clio y Ford con sus Fiesta y EcoSport. Ampliando la lista, también figuran muy bien posicionadas la Toyota Hilux y Ford Ranger (tercera y sexta posición, respectivamente), pero el análisis de pick ups es para otro día. Como dato a destacar, la automotriz del óvalo tiene cinco modelos dentro de los 10 usados más vendidos.

Pero lo que importa acá son los precios. Para entender un poco lo que ocurre con los autos usados, LA NACION hizo una comparativa de modelos según su precio de venta en enero de este año y ahora, con los datos de junio. Los valores son estimativos, vale aclarar, obtenidos de un promedio de operaciones realizadas por vendedores vinculados con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).

Los que más aumentaron fueron los vehículos de Volkswagen. A principio de año, se podían conseguir un Gol 1.4L Power de tres puertas fabricado en 2013 a $1.488.600 y un Gol Trend 1.6 cinco puertas del 2010 a $1.486.000. Hoy, esos mismos autos aumentaron un 28,6% y se venden a $1.915.000 y $1.912.000, respectivamente.

Los usados de Chevrolet tuvo un comportamiento desparejo. Si bien estos precios son fijados por las agencias, resulta curioso que dos modelos de la misma marca hayan aumentado en distinta sintonía. Por ejemplo, un Classic 1.4 Cargo de 2010 se conseguía en enero a $1.086.600 y un Corsa Classic 1.4 Cargo rondaba el $1.027.500. Hoy, el primero aumentó 18,1% y se encuentra a $1.284.200 mientras que el otro tuvo un salto más grande: 22,6% de aumento para costar ahora $1.260.600.

Renault, por su lado, estuvo en sintonía con los aumentos. No hay demasiado para desglosar de este modelo dado que acompañó la lógica del mercado de usados. El Clio tuvo su gran momento de fama en Argentina y como usado es todavía un auto muy buscado. Aumentó un 22,6% en este período y pasó de costar cerca de $1.159.500 en su versión Campus Pack de 2010 a $1.422.600 hoy.

En tanto, los usados de Ford se comportaron exactamente igual que los de la marca del moño. El SUV EcoSport costaba en enero $1.809.800 en su versión 1.4 TDI XL Plus fabricada en 2010 y ahora se encuentra a $2.144.600, un 18,4% de aumento. El Ford Fiesta aumentó más, impulsado por su despedida el año pasado: dejó de costar $1.400.900 (precio de enero para la versión 1.4 TD fabricada en 2010) para pasar a $1.718.800, 22,6% más.

De más está aclarar que los autos usados tienen muchas aristas a contemplar para definir su precio. Los números que distribuye tanto ACARA como la CCA son estimativos y promedios calculados a partir de las últimas operaciones. El kilometraje, su estado, los service y otros tantos aspectos pueden modificar su precio final, más aún si hablamos de operaciones entre particulares donde no hay mínimos y máximos establecidos.