La convivencia entre Sergio Massa y Daniel Scioli nunca fue buena. Mucho menos en el gabinete de Alberto Fernández. Cuando el de Tigre asumió el ministerio de Economía, forzó a Scioli a volver a la embajada argentina en Brasilia. Hasta ese momento, el exgobernador bonaerense estaba en el Ministerio de Desarrollo Productivo. Es recordado el momento en el que Sergio Massa y Daniel Scioli se juntan a dar una conferencia de prensa para explicar los cambios, pero Massa se levanta, dice a la prensa “los dejo con Daniel” y se va.

Massa, además, desterró la ambición presidencial de Scioli, quien ya había sido candidato en 2015. Su designación hoy al frente de Ambiente, Turismo y Deportes bajo el gobierno de Javier Milei (enfrentó a Massa en el balotaje) parece una revancha. Sin embargo, la aceptación del cargo por parte de Scioli, que como publicó LA NACION fue a propuesta de su amigo Guillermo Francos, fue tomada como algo negativo en el entorno de Massa.

Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia, hermano de Malena y cuñado de Massa, fue el encargado de lanzar el dardo. “Con fe, con esperanza”, escribió Galmarini en su cuenta de X. Y afiló su crítica: “Con fe y esperanza, los oportunistas, ventaneros, especuladores y extorsionadores son los opositores! Pero para eso los eligieron! Ahhh. No. No se que decir. Fin.”!, agregó. Debajo, añadió el posteo de Guillermo Francos, con la foto junto a Milei y Scioli, que oficializó su nombramiento.

Scioli ya había quedado en la transición como embajador en Brasilia y supo tejer lazos a través de Francos con el presidente libertario. Scioli fue vicepresidente de Néstor Kirchner hasta 2007, gobernador bonaerense dos veces y candidato a presidente en 2015. Perdió contra Mauricio Macri. Su permanencia en el gabinete de Milei sorprendió a muchos, no solo al entorno de Massa, también al kirchnerismo.