El Consejo Superior de la UNNOBA se reunió de forma extraordinaria para exponer la grave situación que atraviesan las universidades del país ante el desfinanciamiento universitario y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores.
El rector Guillermo Tamarit, uno de los oradores centrales de la jornada, consideró que “la educación pública ha sido uno de los acuerdos fundamentales de la sociedad argentina”. “Este acuerdo modeló la larga historia de la universidad pública, de la movilidad social ascendente, por el cual toda la sociedad ha entendido que existe una herramienta social virtuosa: la universidad”, explicó.
Por eso, llamó al gobierno a reflexionar: “Estamos de acuerdo con que se nos exija calidad, pero esto tiene que venir de la mano de un financiamiento adecuado”. Esta formulación la realizó como consecuencia de un anuncio del gobierno en el que expresó que vetaría la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada recientemente por el Congreso, que propone, entre otras medidas, recomponer los salarios docentes a partir de la inflación. “Un 70 por ciento de los trabajadores universitarios tienen salarios que se encuentran debajo de la línea de la pobreza”, remarcó el rector.
En su discurso, el rector recordó a Bernando Houssay, Premio Nobel de Medicina (1947), formado en una universidad pública (la UBA), quien decía: “Los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico y tecnológico. Y los países pobres lo son y seguirán siendo, si no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”. Al respecto, el rector advirtió: “Pobres e ignorantes, sobre esto queremos alertar al conjunto de la sociedad”.
Multitudinario apoyo de la sociedad civil
La sesión del Consejo Superior de la UNNOBA fue una acción coordinada con el resto de las Universidades Nacionales. En ella se dio lectura a un documento redactado por el organismo que las representa (Consejo Interuniversitario Nacional) y se convocó a organizaciones de la sociedad civil que acompañen, mediante su firma, la declaración colectiva.
En la UNNOBA el acto se realizó en simultáneo en tres sedes (Junín, Pergamino y CABA), y fue acompañado por distintos representantes de la sociedad en cada una de ellas.
Dentro de la sesión formal de Consejo Superior, hablaron representantes de los claustros de profesores, auxiliares docentes, no docentes, estudiantes y directores de Escuelas. También se le dio lugar a que se expresen los gremios de docentes y no docentes de la UNNOBA (ADUNOBA y ATUNOBA).
Una de las representantes que estuvo presente en el acto fue Danya Tavela, autora de la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada por el Congreso, y exvicerrectora de la UNNOBA.
El planteo del problema
Durante su exposición, el rector Tamarit expuso claramente los reclamos de las Universidades, luego de que el gobierno nacional aprobara un incremento exclusivo para los “gastos corrientes”, destinado al funcionamiento universitario, lo cual, como recordó “representa solamente el 10% del presupuesto universitario”.
“El tema pendiente son los salarios, que siguieron perdiendo frente a la inflación. Hay un ciclo de pérdida salarial que no se detiene ni se nos plantea un horizonte. Esto va a encontrando límites”, observó y añadió: “Nosotros no estamos pidiendo un aumento de presupuesto, sino detener la caída salarial y una recomposición razonable”.
“Los trabajadores ya perdieron entre el 40 y 50 por ciento del poder adquisitivo, y el 70 por ciento de los trabajadores universitarios perciben salarios que están debajo de la línea de la pobreza”, recalcó. “Para ejemplificar, este mes tuvimos una recomposición del 1% y la inflación es del 4%”, agregó.
Desde la sede de Pergamino, la vicerrectora Florencia Castro alertó: “El problema es gravísimo hoy. Solo en la UNNOBA, en lo que va del año, ya hay 20 auxiliares docentes que renunciaron, eso implica perder años de formación de recursos humanos”.
Según lo expuesto por la vicerrectora, el desfinanciamiento no solo repercute en las aulas sino en los laboratorios, uno de los espacios universitarios donde se generan nuevos conocimientos. “Muchos de nuestros investigadores tienen que dividirse las tareas porque no hay suficientes reactivos y recursos”, ejemplificó.
Ante la grave situación de las universidades, la Ley de Financiamiento Universitario (aprobada por senadores y diputados) se presentó como una posibilidad de generar incrementos salariales y de presupuesto universitario, en base a la inflación. “Hay una ley respaldada por una mayoría de diputados y senadores, esto habla de un apoyo importante de la sociedad, a través de sus representantes”. Sin embargo, la respuesta del gobierno, según Tamarit, fue “el planteo del veto y la confrontación, sin habilitar canales de diálogo”. “Ya no son las universidades quienes son ignoradas por el gobierno, sino que es el mismo Congreso Nacional”, expresó.
FUENTE : Unnoba.edu.ar