Diccionario de la RAE. ¿Cómo fue el trabajo de la Academia Argentina de Letras en la actualización?
El proceso anual de actualización del Diccionario de la lengua española (DLE), de la Real Academia Española (RAE), demora meses. El de 2023, informan desde la A...
El proceso anual de actualización del Diccionario de la lengua española (DLE), de la Real Academia Española (RAE), demora meses. El de 2023, informan desde la Academia Argentina de Letras (AAL), comenzó en mayo y terminó en noviembre. Este año, se incorporaron 4381 novedades, entre términos, nuevas acepciones de entradas recogidas con anterioridad, enmiendas a artículos ya existentes y supresiones. La responsable académica de la colaboración con la RAE fue la doctora Leonor Acuña, directora del Instituto Nacional de Antropología.
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La RAE ha presentado la actualización 23.7 del «DLE», que incorpora 4381 novedades: nuevos términos, nuevas acepciones, enmiendas a artículos y supresiones. La principal novedad es la posibilidad de consultar sinónimos y antónimos: https://t.co/4ZyolUM7uf. pic.twitter.com/1Bsx2lIdaA
— RAE (@RAEinforma) November 29, 2023Las sugerencias de la AAL, que preside la lingüista Alicia María Zorrila, fueron escuchadas por el Instituto de Lexicografía de la RAE, a cargo de Elena Zamora. “Hubo una enmienda general sobre la palabra ‘indio’, que se reemplazó por ‘indígena’ -dice el lingüista Santiago Kalinowski, de la AAL, a LA NACION-. Esta enmienda hizo que aparecieran otros ajustes. En la palabra ‘ojota’ no había una segunda acepción a la referida a un tipo de calzado a manera de sandalia que todavía usan algunos campesinos. Les dijimos que para nosotros, y también en Uruguay, la acepción más común era la sandalia de goma que se usa en la playa, que ahora aparece en la definición del DLE”.
Las propuestas de enmiendas se hacen circular por las veintitrés academias de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), para “reforzar” las sugerencias de actualizaciones.
“Con ‘patriarcado’ hicimos un comentario porque la palabra estaba marcada como peyorativa -ejemplifica Kalinowski-. Preguntamos qué significaba esa marca que no se había agregado a otras palabras que podían compartir una negatividad comparable, como ‘dictadura’, ‘antisemitismo’ u ‘homofobia’. La marca restringe su alcance a un uso como calificativo en ciertas situaciones específicas mientras clausura el uso recto y primario como ‘sistema de opresión’. Así, la marca peyorativa dejó de estar al principio de la definición y pasó a ser una acotación al final”.
Algunas palabras que llegaron este año a la AAL no habían sido escuchadas nunca por los académicos. “Cuando pasa eso, hacemos una pequeña búsqueda y sugerimos que se agregue la marca de país, porque no es una palabra general, como pasó con ‘regañá', que se usa en España para designar una lámina pequeña y fina de pan crujiente”. A la propuesta de “perreo”, que se definía como un baile en pareja de América Latina, se indicó que también se podía perrear solo o en grupo. “Hoy en el DLE ya no es un baile de pareja sino uno que se ejecuta al ritmo del reguetón, y el baile en pareja perdió jerarquía en la definición”.
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Los comentarios dan lugar a cambios. En la AAL, también se refirieron al extranjerismo “boom”, que se usa en cursiva, e indicaron que no era adecuado restringirlo solo al ámbito literario. “Y ahora quedó como auge o repentino éxito de algo, y se dan como ejemplos ‘El boom de la novela hispanoamericana’ y ‘Asistimos a un boom de las energías renovables’” .
“Con ‘machirulo’ decía ‘propio o característico de un hombre machirulo’ y nosotros sugerimos que fuera persona en vez de hombre; la palabra sigue siendo de uso despectivo y coloquial -dice el investigador de la AAL sobre la palabra que puso de moda la expresidenta Cristina Kirchner, en 2018-. ‘Peronismo’ tenía una sola acepción y ahora se propusieron otras tres: movimiento, régimen, ideología y periodo histórico”.
“Los criterios que se tienen en cuenta son los del uso -remarca-. Nosotros tenemos un acceso un poco mediado que es el de la revisión de palabras propuestas pr el equipo lexicográfico de la RAE. Hubo una conversación sobre la agenda de género muy activa en el mundo hispanoamericano y surgieron muchas palabras que fue preciso recoger y registrar. Lo mismo pasa con el léxico de las nuevas tecnologías, porque el DLE aspira a mantenerse actualizado. Las academias americanas aportamos en base a lo que ellos nos envían. Se hace una vez al año y es proceso largo y engorroso, porque hay que enviarlas a más de veinte academias y luego examinar las sugerencias”.
Pero ¿y esta maravillosa novedad del diccionario de la RAE online? Por fin añaden sinónimos y antónimos, vocablos afines y opuestos.
Olé y olé @RAEinforma
Ya no tenéis excusa para repetir innecesariamente veinte veces la misma palabra en dos párrafos, gañanes. pic.twitter.com/wzMoko0DdD
Una de las principales novedades de este año es la incorporación, por primera vez en los casi trescientos años de historia del diccionario académico, de un listado de sinónimos, palabras afines y antónimos. Se agregaron los sinónimos o afines y los antónimos u opuestos de numerosas voces del diccionario. Así, un total de 42 882 artículos del DLE contienen sinónimos o afines y 9790 contienen antónimos u opuestos en algunas de sus acepciones. De todos estos artículos, sale un sumatorio de 260.188 sinónimos y 20.091 antónimos.
Todas las novedades ya se encuentran disponibles en la página web del diccionario, que cuenta con el apoyo de la Fundación “la Caixa”.
Entre los nuevos artículos hay palabras como alien, chundachunda, georradar, oscarizar, supervillano, tecnociencia o videoarbitraje y el acrónimo VAR. También formas complejas, es decir, aquellas formadas por más de una palabra, como fila cero, línea roja, masa madre o pobreza energética.
Se incorporaron también extranjerismos que se han popularizado en español, como big data, cookie o banner, tan presentes en la era de la información, o como aquaplaning, bracket o bulldog. Y el medioambiente también suma nuevas entradas como biocapacidad, descarbonizar, corredor ecológico o las formas complejas huella de carbono, huella ecológica o huella hídrica.
En el ámbito de la sexualidad y el género, se agregan al diccionario en su versión 23.7 términos como no binario o disforia de género. En el campo de la salud, el DLE añade nuevas voces como cardiocirculatorio, hormonación, implantología o presoterapia.
Entre las nuevas acepciones de palabras recogidas antes se sumaron nuevas acepciones (significados), como señaló Kalinowski. El término porsiacaso, que hasta ahora solo se encontraba recogido como propio de la Argentina y Venezuela para denominar un tipo de alforja, consigna ahora también el sentido “cualquier cosa que se tiene o se lleva en previsión de necesitarla”. El término tóxico ya no se aplica solo a una sustancia, sino también a aquello “que tiene una influencia nociva o perniciosa sobre alguien”.