Una mujer de Florida ganó dos veces la lotería, con tan solo meses de diferencia. Su caso se convirtió en un hito de los raspaditos, el juego de azar con el que obtuvo dos millones de dólares en premios diferidos. Para los funcionarios de la lotería, su poder fue casi premonitorio. Cuando fue a reclamar el primer premio, les dijo que volvería pronto, y así fue.

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Altovise Morris, de 41 años y originaria de Orlando, compró su primer billete de la rifa llamada 500X THE CASH en un local 7-Eleven, en West Colonial Drive, Winter Garden, con la misma esperanza de ganar que tienen todos los que juegan. Si bien no se sabe cómo es que se enteró de su triunfo ni cuál fue su reacción, una vez que supo que era merecedora de un millón de dólares, se dirigió a la oficina central de la Lotería de la Florida en Tallahassee para hacer el cobro en noviembre de 2022.

Para ese entonces, invirtió en adquirir la casa de sus sueños, sin imaginarse que tiempo después tendría todavía más dinero en sus manos. “Luego de comprar mi casa, me detuve en Sunoco Foodmart en Clermont (otro establecimiento en donde se venden tickets de raspadito), y sucedió nuevamente. ¡Todavía no lo puedo creer!”. dijo, según declaraciones retomadas por la Lotería de Florida.

En enero de 2023, la mujer asistió a la misma oficina para cobrar otro millón de dólares. En total, al unir sus dos premios y reclamarlos por separado, obtuvo US$1,6 millones netos, dado que optó por la opción en efectivo. Por otra parte, los comercios minoristas en las que compró los tickets recibieron una comisión de US$2000.

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Morris es una de las decenas de afortunadas ganadoras de la lotería en el país norteamericano. Sin embargo, no todos tienen su misma suerte y el pozo puede llegar a nublar su visión objetiva. Hay muchos casos de personas que lo han perdido todo, tal como le ocurrió a Denise Rossi, una mujer de California que le pidió el divorcio a su esposo para no compartir su premio, pero terminó dándoselo todo por haber incumplido las leyes estatales.

A pesar de que el caso ocurrió en 1997, todavía tiene relevancia dentro del mundo de las apuestas e incluso es un referente. La mujer había obtenido un millón de dólares en el juego de azar y, antes de cobrarlo, decidió pedirle el divorcio a su esposo. No obstante, él se dio cuenta de lo sus intenciones y terminó demandándola para que le diera la mitad de las ganancias. Al parecer, el hombre tenía derecho a recibir el 50% del premio por haber estado casado con ella al momento del triunfo.

Una vez que terminó la disputa legal, el sujeto no se quedó únicamente con lo que le correspondía, sino que el juez determinó que la ganadora le debía otorgar el 100% del dinero por haber violado las leyes estatales de divulgación de activos.