El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, que está en Jujuy para recopilar información sobre el conflicto y las detenciones tras la reforma constitucional que impulsó el gobernador Gerardo Morales, argumentó que no viajó a Chaco por la desaparición de Cecilia Strzyzowski porque su secretaría ya no cuenta con “área de género”.

Pietragalla alegó que ahora “género” tiene rango de ministerio y depende de Ayelén Mazzina, que fue quien -argumentó Pietragalla- tomó a cargo la intervención estatal. Mazzina, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, demoró cinco días desde que el caso tomó estado público en los medios nacionales para hacer sus primeras declaraciones sobre el caso. Con expresiones muy formales, Mazzina informó que estaba en contacto con la familia de la víctima. No hizo ninguna lectura política del tema, como sí suele hacerlo en otros casos.

“Lo de Chaco es aberrante. La secretaría tenía área de género, pero cuando se creó el ministerio, pasó a ese área y es ese ministerio el que está en contacto con la madre. La Secretaría de Derechos Humanos de Chaco tiene área de género y es querellante en la causa”, dijo a LA NACION Pietragalla desde Jujuy, donde llegó el domingo.

“Compartimos el dolor. Ellos están en contacto con la madre. Acá el que reprime es el Estado”, indicó el funcionario nacional, en referencia a los hechos de Jujuy. Pietragalla dijo que él no es “un oportunista” y que cuando llegó a Jujuy se conectó con las autoridades de la provincia, que, según él, le “clavaron el visto”.

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La misión de Pietragalla en Jujuy generó rechazos en el oficialismo provincial. “¿Qué hacen que no están en Chaco? ¿Qué hace usted, ministro, que no va al Chaco a ver cómo se violan los derechos a través de un Estado paralelo financiado por ustedes mismos?”, escribió Morales en un mensaje dirigido a Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas que cuestionó la actuación del gobierno provincial en las protestas contra la reforma de la Constitución.

“Hay una infiltración del kirchnerismo, que está llegando con gente desde todos lados. Pietragalla bajó con diez tipos acá, para ver qué pasa. Yo le pregunto, ¿Chaco no está en la Argentina? Es una campaña direccionada, son las huestes del kirchnerismo y la izquierda. Entraron entre 200 y 300 personas a Jujuy. Llegan por goteo”, describió el diputado provincial Marcelo Nassif, un peronista aliado a Morales, en diálogo con LA NACION.