En rechazo al megadecreto anunciado por el presidente Javier Milei, la CGT convocó este jueves a un paro general con movilización a la Plaza del Congreso para el 24 de enero. En desacuerdo, Patricia Bullrich criticó la medida de protesta y puso el foco en la fecha elegida por la dirigencia de la central obrera.

“Lo hacen ese día porque seguro la primera quincena se van de vacaciones, si fuera urgente, lo harían antes. Ojalá la ley esté votada y el DNU va a estar aprobado porque no lo van a bajar”, sostuvo la ministra de Seguridad durante su participación en +Nación, el programa que conducen José del Rio y Pablo Rossi por LN+.

La convocatoria sindical se resolvió en el Comité Central Confederal, donde participaron las regionales de todo el país. En el encuentro concluyeron también que dos semanas antes del cese de actividades habrá un plenario para definir detalles de la manifestación, que incluirá una movilización hacia el Congreso y que pondrá a prueba nuevamente el protocolo antipiquetes de Bullrich.

En este sentido, la funcionaria señaló que “el problema que existe en la Argentina hay un poder que quiere ser eterno y hegemónico” y consideró que este “es el momento de liberarse de este apriete a la democracia existente desde el primer día” que asumió el gobierno de La Libertad Avanza. Según evaluó, a Pablo Moyano -integrante del triunvirato que dirige la CGT- “lo que no le gusta es que la gente pueda elegir su obra social”.

El comentario aludió a que, entre diversas cuestiones, el decreto pronunciado la semana pasada interfiere en la legislación laboral y el sistema de salud, dos aspectos ampliados en el proyecto de ley ómnibus presentado este miércoles en el Congreso. “Los diputados y senadores que quieren que el país salga adelante tienen que terminar con esto”, pidió.

La excandidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC) consideró hoy que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de desregulación de la economía emitido y el proyecto de Ley ómnibus plantean “cosas razonables” y criticó a los legisladores y sindicalistas que “quieren voltear” a Milei “por defender sus propios intereses”. En esa línea, resaltó que si bien el DNU “es un instrumento de la Constitución” que fue utilizado por todos los expresidentes, “a Milei no le quieren dar nada” e incluso “lo quieren voltear”. “El pueblo tiene que saber que se quiere voltear el cambio”, agregó.

“O el país avanza a un cambio profundo o mantiene diez años sin crecer, el tiempo es corto, el 30 de enero la ley tiene que estar votada. Si los diputados quieren hacer preciosismos jurídicos, cuando siendo diputados de nuestra coalición como del kirchnerismo pidieron facultades delegadas, lo que se está cuestionando es que detrás de esas voces hay algo que no se quiere cambiar”, expresó.

En cuanto al tratamiento en el Congreso del proyecto del Ejecutivo, aseguró que “si en este momento fuera diputada” votaría completo “el primer proyecto que mande el Presidente lo voto completo porque cuando empieza un nuevo gobierno se le da un cheque en blanco para que el país salga adelante”.

De esa manera, se manifestó en oposición a los legisladores de su espacio “que ahora van para atrás y cuestionan las formas” y recordó que el cambio que ella ganó “en las PASO ahora se juntó con el cambio de Milei”.