“Lo hice para seguir cobrando la jubilación, pero ya estaba muerto”, así, Alexis Pachu, el cocinero detenido por haber matado y descuartizado a su padre, admitió haber desmembrado el cuerpo, pero afirmó que lo hizo cuando ya estaba muerto. Las palabras del sindicado parricida fueron dichas en una confesión sin valor legal hecha cuando fue detenido por detectives de la policía bonaerense.

Parte de los restos de Atilio Pachu, un jubilado de 83 años, fueron hallados dentro de una valija abandonada en Valentín Alsina, en Lanús. El hijo de la víctima será indagado por el fiscal Martín Rodríguez, a cargo de la investigación, por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”.

En las próximas horas se sabrá si Pachu repite la confesión ante el representante del Ministerio Público Fiscal. “ No admitió haberlo matado, reconoció haberlo descuartizado para seguir cobrado la jubilación, pero que cuando lo hizo su padre ya estaba muerto”, sostuvo a la agencia de noticias Télam un detective que participa de la investigación.

Pachu fue detenido en su casa de Farrel al 400, en Valentín Alsina, donde se halló evidencia del crimen. El fiscal también anticipó que le iba a solicitar al juez de Garantías Esteban Baccini que “convierta la aprehensión del hijo de la víctima en detención formal”.

El fiscal Rodríguez le explicó a Télam que será un punto clave de la causa “esperar el informe de autopsia de la morgue de Lomas de Zamora para conocer con precisión la data y las causas de la muerte, para confirmar si se trató de un homicidio”.

“El médico que tuvo contacto con todas las partes del cuerpo no vio a simple vista ninguna lesión extra que los cortes producto de la mutilación del cuerpo, pero como todo se mandó a analizar a la morgue en el estado en el que se encontró, hay que esperar qué encuentran los forenses”, explicó el fiscal.

El representante del Ministerio Público comentó que el médico notó que el cuerpo del jubilado “tenía la apariencia de estar deshidratado, desnutrido y con signos de haber estado postrado en una cama” y que los vecinos interrogados ayer dijeron que “desde septiembre que no veían a la víctima”.

El fiscal afirmó que los peritos que trabajaron en las escenas primaria (la casa de la víctima) y secundaria (la plaza donde fue abandonada la valija) del crimen especularon que la muerte pudo haber sido en plena Nochebuena, ya que “por la rigidez cadavérica aún no instalada, calcularon una data de muerte preliminar en seis horas previas al hallazgo, que fue alrededor de las 4 de la mañana de ayer”.

Rodríguez aseguró que “hay mucha evidencia contra el detenido” y destacó la existencia de “una gran cantidad de videos” con los que pudieron reconstruir la secuencia desde que el sospechoso salió de la casa y dejó la valija en la plaza.

Cuando la policía irrumpió en la casa, el hijo de la víctima “dormía agarrado aún de un cuchillo ensangrentado”.

El sospechoso admitió que “se deshizo de la ropa ensangrentada de su padre en un cesto de basura”, que “se cambió la remera y las bermudas con la que quedó filmado llevando el cadáver y las dejó en el lavadero” y, por último, que “dejó en el freezer de la heladera la cabeza y el pie con la tibia y peroné de su padre y en una bolsa en el lavadero, las manos que le faltaban al cadáver hallado en la valija”.

Sobre el estado de salud mental del imputado, el fiscal Rodríguez le dijo a Telam que “será una futura pericia psicológica y psiquiátrica obligatoria la que determine si comprendió y dirigió sus acciones”.