La Influencia del deporte en la vida social
Escribe Claudio Martínez. Concejal de la Ciudad de Junín, (Mandato Cumplido). Fundación Ciudad Abierta
Desde muy pequeño, mi experiencia con el deporte fue similar a la de muchos otros niños, como un simple juego que nos permitía relacionarnos con nuestros compañeros. A medida que ese juego se fue convirtiendo en una parte intrínseca de mi vida, no me detenía a analizarlo. Sin embargo, no solo era entretenimiento sino también, contención y terapia para forjar el temperamento y moldear mi carácter.
El deporte que me encontró fue el boxeo. Una actividad que nunca había elegido conscientemente, pero que se convirtió en mi pasión principal. A través del boxeo descubrí que mi futuro no estaba necesariamente marcado por mi pasado. Nací en una familia muy humilde, pero el deporte me enseñó que, con esfuerzo y dedicación, se puede construir un futuro diferente.
Fue mi amigo Tato quien me llevó al primer entrenamiento, abriéndome las puertas a lo que vendría después. A lo largo de mi carrera deportiva, conocí a personas como el querido Román Ponce, Canilla García, Cuty Barrera, Claudio Carrafielo y muchos otros buenos compañeros de gimnasio. Conocí y compartí con grandes profesionales como el cirujano Morales, Pablo Chacón, Indio Azuaga y el gran Amílcar Brusa. Estas experiencias me demostraron que el deporte nos brinda oportunidades que podemos aprovechar.
El deporte ha demostrado ser una herramienta poderosa para el desarrollo integral y la inclusión social de niños y adolescentes. Su influencia es innegable. Existen innumerables historias que dan crédito a esta afirmación. El deporte no solo ofrece la posibilidad de éxito deportivo, sino que además promueve vínculos sociales, vida sana, disciplina, compañerismo, autoestima y motivación.
Durante mi trayecto deportiva tuve la fortuna de ser promovido por excelentísimas personas, el orgullo de haber competido y entrenado en grandes escenarios, y el privilegio de ser reconocido y premiado, sin embargo también sufrí en carne propia la falta de acompañamiento institucional, cuando por falta de recursos encontré el final de mi carrera.
Es necesario entender al deporte como una política pública estratégica en las gestiones locales. Tanto el deporte recreativo, como el competitivo amateur, como el deporte profesional, deben entenderse como herramientas indispensables en los desarrollos locales, y deben abordarse con profesionalismo aprovechando la experiencia de la comunidad, y el esfuerzo de Clubes, Asociaciones, Federaciones, y entidades intermedias que hacen una tarea invaluable contra viento y marea, pero que deben ser acompañadas y coordinadas en el marco de una planificación superior que entienda al deporte como una Industria limpia, que genera inclusión, salud, disciplina, orden, empleo, turismo, e inclusive actividad económica.