Las discusiones y pujas detrás de la “vuelta a la oficina”
Durante el año que acaba de empezar, las empresas seguirán presionando a sus empleados para que regresen al trabajo presencial, pero la forma de esa política de “volver a la oficina” está e...
Durante el año que acaba de empezar, las empresas seguirán presionando a sus empleados para que regresen al trabajo presencial, pero la forma de esa política de “volver a la oficina” está evolucionando para incorporar mayor flexibilidad.
A fines de 2022, ResumeBuilder.com encuestó a 1000 líderes empresarios y nueve de cada 10 de ellos manifestó que en 2023 les exigiría a sus empleados que volvieran a la oficina. Cuando repitieron esa encuesta un año después, o sea, hace poco más de un mes, recibieron la misma respuesta: nueve de cada 10 empleadores dijeron que exigirían trabajo presencial para fines de 2024.
“Pero lo que no hacen es definir lo que significa el regreso a la oficina, y esa es la parte que más ha cambiado”, dice Stacei Haller, jefe de asesores profesionales de ResumeBuilder.com. “Según nuestra encuesta más reciente, solo el 19% de los entrevistados lo definió como trabajo presencial los cinco días de la semana.”
Haller agrega que si bien el 90% de los empleadores tiene intenciones de obligar a su personal a trabajar de manera presencial en 2024, ese porcentaje también incluye al 51% que ya lo ha hecho, y que la obligatoriedad tampoco se aplica necesariamente a todos los miembros del personal todos los días.
“Volver a la oficina también puede significar que sea tres días a la semana, o una semana al mes, y no siempre se aplica a todos los empleados”, dice Haller. “Solo el 44% de los encuestados dice que le exigirá trabajo presencial a al menos el 75% de sus empleados, así que no todos lo entienden de la misma manera.”
Cada vez más, la orden de volver al trabajo presencial no abarca a todos los empleados ni implica que sea todos los díasHaller explica que la mayoría de las empresas siguen sin estar dispuestas a obligar a sus empleados de alto rendimiento —los que han demostrado su elevada productividad trabajando de forma remota— a regresar al lugar de trabajo por temor a perder a sus mejores talentos. De hecho, otra encuesta de ResumeBuilder.com realizada en marzo reveló que el 37% de los empleados que se vieron obligados a regresar a la oficina están descontentos con sus empleadores, y que el 29% de ellos tiene intención de renunciar si esa política no se revierte.
Es más: Haller sugiere que en este nuevo año el panorama estará todavía más fragmentado, y que los empleadores emitirán órdenes de volver a la oficina más amplio y con numerosas excepciones, para satisfacer la variedad de necesidades y preferencias de los empleados.
“Se dieron cuenta de que tienen que llegar a un acuerdo, porque los empleados quieren tener voz y voto sobre la forma en que trabajan”, afirma. “Todo se reduce a una cuestión económica: si tus empleados se van porque quieren trabajar de forma remota, no vas a poder conservar a los mejores; si no permitís que algunos empleados trabajen de forma remota, te estás perdiendo a una porción de buenos candidatos.”
En los últimos meses, y en respuesta a la reacción de los empleados, numerosas empresas—incluidas Apple y el Farmers Insurance Group— han revocado o revisado sus políticas de “volver a la oficina”, mientras que otros —como YouTube, Amazon y Disney— se han negado a hacerlo a pesar de las protestas de los empleados.
Los empleadores temen perder a sus mejores talentosEl riesgo económico del tema no debe ser menospreciado. Según una reciente encuesta realizada por Flexjobs, el 57% de los empleados remotos dicen que si no los dejan seguir desarrollando sus tareas a distancia, se buscarán otro trabajo. Otro estudio de Flexjobs también descubrió que el 56% de los trabajadores conocen a alguien que ha dejado su trabajo o planea dejarlo porque lo obligaron a volver a la oficina.
“El 51% de los empleados dice que prefiere trabajar de forma remota y el 46% dice que quiere una forma de trabajo híbrida, o sea que en total, el 97% de la fuerza laboral busca algún grado de flexibilidad en cuanto al lugar de trabajo, y no prevemos que eso vaya a cambiar”, dice Toni Frana, experto en carreras profesionales de FlexJobs. “Sobre todo a partir de la pandemia, los empleados empezaron a notar los beneficios del trabajo remoto, y estas cifras confirmar a las claras esa situación.”
Con el foco puesto en el trabajo híbridoFrana agrega que esa búsqueda de flexibilidad por parte de los empleados y la orden de volver a la oficina por parte de los empleadores está llevando a muchas empresas a buscar un punto intermedio, una tendencia que probablemente continuará durante el año que se inicia.
“En FlexJobs hemos notado un aumento en la cantidad de puestos de trabajo híbrido que se ofrecieron durante el año pasado, y la tendencia parece ir en esa dirección”, apunta Frana. “Me parece que con el tiempo iremos viendo que el modelo que se consolida es el de trabajo híbrido.”
Frana señala que el modelo “híbrido” puede adoptar muchas formas —desde un día de trabajo presencial a la semana hasta cuatro—, y que puede incorporar diferentes requisitos según los roles o equipos dentro de una misma empresa.
Las empresas más chicas compiten por los mejores talentos ofreciendo flexibilidadA medida que los empleadores más grandes van imponiendo el regreso al trabajo presencial, las empresas más chicas apelan a un enfoque más flexible para atraer talentos por los que no podrían competir en términos del salario que ofrecen. Según el informe Workplace Trends 2024 de Glassdoor, durante 2023, el beneficio del teletrabajo disminuyó entre los grandes empleadores y aumentó significativamente entre las pequeñas y medianas empresas.
“En las grandes empresas se verifica una presión constante para que los empleados vuelvan a trabajar a la oficina, porque entre sus altos directivos existe la creencia de que el trabajo presencial es más productivo que el trabajo remoto, pero eso no necesariamente está respaldado por la evidencia”, dice Aaron Terrazas, economista en jefe de Glassdoor. “Los últimos meses reflejan un regreso a la normalidad prepandémica: pequeñas y medianas empresas que compensan a sus empleados de diversas formas no monetarias, incluida la flexibilidad de trabajar desde sus casas, y empresas más grandes muy exigentes con sus empleados, a los que les pagaban sueldos más altos.”
Al igual que en aquellos días previos a la pandemia, cuando la flexibilidad era la excepción y no la norma, la decisión que se sobre la flexibilidad del trabajo presencial vuelve a convertirse en un atributo definitorio de la cultura empresarial de cada compañía, dice Terrazas. Además, dado que en 2024 las empresas planean gastar menos en mejorar la “experiencia laboral” de sus empleados, los empleadores pueden recurrir a políticas de flexibilidad para destacarse en un mercado de mano de obra que sigue siendo muy competitivo.
“La decisión de una empresa sobre qué forma de trabajo quiere promover repercutirá en el tipo de empleados que atraiga, los tipos de riesgos que esos trabajadores estarán dispuestos a asumir y la clase de tareas que querrán desarrollar.”
Por Jared Lindzon
Traducción de Jaime Arrambide