Cuando no tenés mucha presión de agua o hay algunos cortes en la zona, algunas tareas del hogar deben regularse para ahorrar este recurso.

Según la Fundación Aquae de España, las cinco actividades que tienen un mayor consumo de agua son la ducha, las descargas del inodoro, el uso de la pileta del baño, el lavarropas y la cocina.

La limpieza de la ropa, por caso, puede necesitar de 60 a 100 litros por ciclo y en promedio cada persona utiliza 136 litros por día, por esto es importante que cuide de sus recursos para que no se desperdicien.

Así podés disminuir el consumo de agua en tiempos de sequía

Para evitar que se termine la reserva de agua, se recomienda que utilices el lavarropas únicamente cuando este esté llena de ropa, ya que si tiene pocas prendas el gasto será considerable y necesitarás de más energía con cada tanda que lleves a la máquina.

La ropa oscura no necesita utilizar altas temperaturas, ya que el agua fría mantiene el color de las prendas, lo que es beneficioso para el ahorro de este recurso. Usá los programas de lavado inteligente; en caso de que no tengas esta opción, podés graduar el uso del agua y modificar el tiempo.

Utilizá un detergente que se disuelva rápidamente y en las cantidades necesarias para que tu electrodoméstico no necesite realizar diversos enjuagues al retirar la espuma de tu ropa.

Para aquellas prendas que solo tengan una pequeña mancha en su superficie o no estén muy sucias, podés realizar una limpieza de manera manual, ya que no requiere de mucho esfuerzo para retirar la suciedad.

Para hacer ese lavado a mano mucho más fácil, podés diluir dos cucharadas de vinagre o bicarbonato con limón en agua y aplicar esta mezcla directamente sobre la zona, dejando que repose durante un par de horas, para luego continuar con su enjuague normal.