Nací el 17 de octubre de 1947. Con 12 años de edad inicié mi carrera deportiva en las luchas olímpicas (wrestling) en el Club River Plate. A mis 16 representé al país en los Juegos Olímpicos (JJOO) de Tokio 64, donde salí séptimo. Fui a los JJOO de México 68, a los Juegos Panamericanos de Cali 1971, México 1975 y Puerto Rico 1979. Fui 14 años campeón argentino.

Soy profesor desde 1980 y dedico mi vida al desarrollo de este noble deporte olímpico en la Argentina, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo, para que algún día seamos una potencia olímpica. Soy el director de desarrollo de la FALA (Federación Argentina de Lucha). Desde el año 2012 coordino este deporte en los Juegos Bonaerenses y los Juegos Nacionales Evita. En el 2012 teníamos algo de lucha en 5 provincias. Actualmente tenemos lucha en las 24 provincias.

La lucha olímpica es un deporte en el que con 18 competidores la Argentina podría competir en los JJOO por 18 medallas de oro, 18 de plata y 36 de bronce. En los Estados Unidos es el deporte amateur de mayor crecimiento de los últimos 60 años: lo hacen en las escuelas primarias, secundarias y universidades. Lo incluyeron en el sistema educativo porque es una extraordinaria herramienta educativa, formativa, terapéutica y de inclusión por excelencia y muy económica para el practicante.

Si continuamos capacitando nuevos profesores y desarrollando las bases en los niveles de infantiles, cadetes y juveniles -iniciadas en el año 2012 a partir de la inclusión de la lucha en los Juegos Nacionales Evita- y logramos nutrir los niveles de la elite, seguramente comenzaríamos a tener logros destacados de nivel internacional y la Argentina podría elevar su posición en el medallero de los Juegos Panamericanos y los Juegos Olímpicos.

NO ES UNA UTOPÍA. En 1951 la lucha de Argentina fue campeona en los Juegos Panamericanos de Buenos Aires. Lográbamos un 4to., un 5to. y un 6to. puesto en los Juegos Olímpicos de esos años. Estamos trabajando para recuperar lo que fuimos e igualarnos a los deportes de Argentina que tienen relevancia internacional gracias a la gran base de desarrollo que tienen. Esto es fundamental y el nuevo gobierno debe tomar nota de estos antecedentes para que podamos continuar trabajando en el crecimiento y en los objetivos propuestos.

Lo que pasó con este deporte ancestral en Argentina es el fiel reflejo de lo que pasó con la Argentina de los últimos 70 años. Saquen sus propias conclusiones.