
Murió Guillermo Heras, director teatral y dramaturgo español muy vinculado a la actividad escénica argentina
Hoy a la madrugada, en Buenos Aires, murió a los 70 años el director teatral, dramaturgo y gestor Guillermo Heras. Fue una figura clave en la proyección internacional de directores y dramaturgos...
Hoy a la madrugada, en Buenos Aires, murió a los 70 años el director teatral, dramaturgo y gestor Guillermo Heras. Fue una figura clave en la proyección internacional de directores y dramaturgos locales emergentes de finales de los 80 y los 90 en su proyección internacional. Desde que en aquellos tiempos, cuando conoció lo que sucedía en la escena alternativa de Buenos Aires (y, con los años, con lo que se generaba en distintas ciudades de nuestro país), entabló un vínculo sumamente estrecho con la producción escénica local. De hecho, había vuelto al país para dar unos talleres en Calafate primero y en Buenos Aires, en el Teatro San Martín, luego, en donde montó varias obras a lo largo de los años.
Fue en el sur de nuestro país en donde tuvo los primeros síntomas de un malestar que, con el paso de los días, se fue complicando. Lo operaron de una hernia inguinal en medio de un cuadro que se fue complejizando, lo que implicó que estuviera internando dos meses en la ciudad patagónica. Junto a su hermana, que llegó a nuestro país para acompañarlo, se trasladaron a Buenos Aires, en donde en estas últimas semanas hasta llegó a ir al San Martín para presenciar una obra coreográfica (una de sus tantas pasiones). El viernes debía volver a Madrid, pero hoy a la madrugada no despertó. Tal vez, como sospecha un íntimo amigo suyo, decidió morir en esta ciudad que amaba, en donde tuvo la sabiduría siempre de sostener, apoyar, formar y cuestionar a los creadores locales.
Guilermo Heras fue uno de los fundadores del colectivo teatral El Astillero. Durante una década dirigió el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, desde su creación, en 1984. Dejó ese cargo para dirigir la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante. Había estudiado Bellas Ares, Periodismo y era licenciado en Interpretación por la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza. Fue asesor de temas relacionados con las artes escénicas de Latinoamérica en la Casa de Cultura de Madrid como figura clave de Iberescena, organismo de fomento a nivel regional. Dictó seminarios en Francia, Italia, México, Cuba, Venezuela, República Dominicana, Colombia, Haití y Egipto porque, desde otra perspectiva, el confrontarse con aquello que estaba por fuera de las búsquedas de su país siempre lo apasionó. “Nunca hice algo pensando en el éxito”. sostuvo cuando vino a montar en 2019 un texto de Juan Mayorga, uno de sus autores predilectos. También montó obras de Calderón, Shakespeare, Brecht, Nieva, Berkoff, Koltés, Pasolini, Hernández Garrido, Rosa Montero y Javier Daulte.
Ha recibido el Premio Nacional de Teatro (1994), compartido con Els Joglars, por la puesta en escena de las obras de Francisco Nieva y Sergi Belbel Nosferatu y Caricias, respectivamente, las cuales se estrenaron en el que fuera hasta hace unos años uno de los templos del teatro contemporáneo español, la Sala Olimpia de Madrid. A lo largo de su trayectoria, recibió innumerables premios (entre ellos, el Max).
Conmocionados con la pérdida de Guillermo Heras. Nombre esencial de la dramaturgia contemporánea y gestor cultural vinculado a la @muestrateatro de Alicante, que en 2013 recibió el @PremiosMax Nuevas Tendencias. Mandamos un abrazo muy fuerte a todos sus allegados. pic.twitter.com/sMQIusZWHy
— SGAE (@sgaeactualidad) July 12, 2023El diario El País, de España, lo despide en estos términos: “Con Guillermo Heras no solo desaparece un hombre de teatro. También una forma de entender la profesionalidad que pasaba por apoyar, entregarse (incluso con pasión) al teatro público, en el que creía firmemente y desde el que trabajó en diferentes puestos desde los años setenta”. El diario ABC, de su país, lo trata como “uno de los grandes agitadores del teatro independiente en España”.
En el libro Pensar la gestión de las artes escénicas, el mismo creador repasaba su historia. “No puedo olvidar que, en realidad, yo soy un director de escena y dramaturgo metido a gestor, tal vez porque en la época en que empecé a trabajar en el teatro no encontré otra opción que aprender el oficio para dar respuesta a esa fascinante cuestión que es la dialéctica entre producción y creación. En fin, como ya he señalado en otras ocasiones, un ser disperso que se apasiona por cualquier cuestión que tenga que ver con el intrincado tejido de lo productivo y lo creativo en los discursos de la construcción de una escena viva para una sociedad contemporánea”, reflexionaba.
A Guillermo Heras lo esperaban en España para festejar el 29 de julio sus 71 años. Sin embargo, murió de este lado del Atlántico. Hoy, el amplio abanico de la escena iberoamericana llora la partida de este señor incansable que se la pasaba dictando talleres en grandes teatros públicos pero también sumándose siempre a emprendimientos alternativos de ciudades o pueblos muy alejados de los centros de poder. La escena iberoamericana en su conjunto hoy llora la partida de este agitador, de este señor que se la pasó tendiendo puentes entre territorios diversos y fascinantes y que, tal vez, decidió morir en la ciudad de Buenos Aires.