Robo, golpes y caída. Una mujer terminó en el piso cuando motochorros le sacaron el celular
El robo de celulares sigue al tope entre los delitos más recurrentes en el país. Las estafas telefónicas consecuentes y la reventa de los equipos en el mercado negro son capítulos de lo que hoy...
El robo de celulares sigue al tope entre los delitos más recurrentes en el país. Las estafas telefónicas consecuentes y la reventa de los equipos en el mercado negro son capítulos de lo que hoy es uno de los delitos más extendidos. En el primer trimestre de 2023, había unos 60,3 millones de accesos móviles en la Argentina, según el Ente Nacional de Telecomunicaciones (Enacom). Las estadísticas de dispositivos móviles bloqueados por robo, hurto o extravío en 2022 alcanzan a 1.039.727 unidades. Cada día desaparecen unos 3000 celulares en todo el país, uno cada 30 segundos.
El alto valor de los dispositivos y la facilidad para robarlos, son dos de las variables que hacen que este tipo de delitos siga en ascenso y que incluya situaciones de violencia como la que vivió una vecina de El Palomar el jueves pasado.
La secuencia, que dura pocos segundos, quedó registrada en la cámara de seguridad de una vivienda que captó lo vivido por esta mujer que fue golpeada, empujada y terminó en el piso al intentar evitar que le sustrajeran su teléfono celular.
El video marca que eran las 14.42 del jueves, a plena luz, cuando una mujer joven, vestida con remera negra y jean, es abordada por dos motochorros. Uno de ellos, con casco blanco, se baja de la moto y se abalanza sobre ella para robarle el teléfono y la mochila.
En ese momento, la mujer se trenza en lucha con el ladrón que la zamarrea hasta que ella cae al suelo sobre la vereda y, en su caída, toca el pie del motochorro que también cae y suelta el celular recién robado.
El delincuente, rápido de reflejos, se levanta, recoge el celular y sale corriendo para subirse a la moto donde lo espera su cómplice. En tanto, la víctima también se levanta y trata de perseguirlo.
El derrotero del celular robadoSegún fuentes de la Policía de la Ciudad, entrevistadas por LA NACION a fines del año pasado, habría dos modalidades de robo de celular. El que se hace mientras el usuario lo está utilizando y el que ocurre cuando no está en uso, lo que modifica drásticamente el daño que el delincuente puede causar a la víctima. Otro factor determinante para el destino del celular es la gama. Los de baja son más vulnerables y se venden enteros con mayor facilidad. Los de media y alta gama son más seguros y muchas veces terminan desarmados para usar sus partes.
Un celular económico podría arrancar en 70.000 pesos y entre los más caros los valores llegarían a los 1600 dólares, como en el caso del iPhone 15. Esos son precios oficiales. Los teléfonos robados se ofrecen a un 30 o 40% por debajo de esas cifras. “Si vas a comprar un celular más barato que el valor del mercado, desconfiá”, sugieren en Enacom.
Según fuentes del ente de comunicaciones, los equipos más básicos con sistema operativo Android son modificables con relativa facilidad debido a que cuentan con menores medidas de seguridad. En cambio, los modelos más caros ofrecen una protección mayor. “Prácticamente, ni la Justicia puede ingresar en un iPhone 15″, afirma un experto en la materia.
Por lo general, los arrebatadores de celulares -“corredores”, los llaman- no tienen el conocimiento de un ciberdelincuente y lo venden a un “reducidor”. “Los ‘corredores’ buscan dinero para sobrevivir en la semana”, sintetiza una fuente consultada por LA NACION. Muchas veces los venden en “cuevas” que cuentan con “laboratorios” para hacer operaciones ilegales.
La herramienta más común que tienen es el box de desbloqueo de celulares. El Sigma Box, por caso, se puede usar para el bien o para el mal: por ejemplo, reparar teléfonos o flashear –instalar o actualizar el software– o liberar móviles. Lo usan tanto técnicos de reparación y profesionales que trabajan en el campo de la telefonía móvil como ciberdelincuentes.
En estos casos, un ciberdelincuente conecta el celular al box y le hace una restauración de fábrica que borra su contenido. Luego busca liberarlo, sacarlo de la banda negativa cambiando, duplicando o multiplicando el IMEI.