
Sabrina de GH habló sobre su relación con Alan, su noviazgo con Brian y su difícil experiencia como modelo
Sabrina Cortez se olvidó del juego. Durante su estadía en Gran Hermano, esta jugadora se enfrentó al encierro, a sus propios pensamientos y encontró en la relación con Alan un refugio inespera...
Sabrina Cortez se olvidó del juego. Durante su estadía en Gran Hermano, esta jugadora se enfrentó al encierro, a sus propios pensamientos y encontró en la relación con Alan un refugio inesperado. En una charla con LA NACIÓN, la recientemente eliminada habló sobre su paso por el reality, su relación con Brian y su paso por el modelaje.
-¿Cuál pensás que fue tu punto débil dentro del juego?
-La verdad es que la casa es muy difícil de manejar, se te vienen muchas cosas encima y todo se complica mucho. Uno entra pensando estrategias cuando todavía no empieza el juego y cuando todos estaban jugando, yo me desconecté para procesar un montón de cosas de mi vida. No decidí que todo pasara así, pero así fue. Creo que un poco hubo partes en las que me perdí adentro del juego y calculo que mi salida tuvo que ver con eso.
-¿Por qué pensás que a diferencia de la edición pasada ahora el público busca un juego más confrontativo?
-Cuando entramos en la casa todos creíamos que lo mejor era llevarse bien, todo amor y paz, pero después empezaron a saltar las personalidades no tan tranquilas, la agresividad y el decirnos todo en la cara. Se ve que eso gustó en esta edición y me parece buenísimo.
-En la entrevista publicada en LA NACIÓN, Alan contó que la relación con vos fue su punto débil para el juego, pero que a él le hacía bien ese vínculo, priorizando esa recompensa emocional por sobre cualquier estrategia, ¿vos sentís lo mismo?
-Mi relación con Alan se dio porque hubo mucha confianza y nos entendimos en un montón de aspectos. Eso hizo que inevitablemente todo me resultara más emocional y por ende me desconecté del juego y no estuve pensando estrategias ni jugando. Desde luego que si no hubiera sido así, los dos no estaríamos afuera de la casa. Lamentablemente, la relación que tuvimos nos llevó a ambos a pensar no tanto en el juego, pero hay cosas que son inmanejables.
-Con respecto a Brian, ¿cuáles son hoy tus perspectivas?
-La realidad es que todavía ni siquiera toqué un celular, no tengo mucha idea del afuera y me van dando la información de a poco. Siento que cuando termine esta semana de dar notas, me sentaré a hablar con él de un montón de cosas que me pasaron a mí y que también le pasaron a él. Entonces pondremos todos los papeles sobre la mesa para ver cómo continúa esto desde ambos lados, pero por ahora no quiero ponerle un rótulo.
-¿Qué tanto te pesa ahora, que estás afuera, esa charla pendiente con Brian?
-Me pesaba el darme cuenta que esto lo podía estar afectando, pero una relación es de dos partes y no creo que él se haya sorprendido de un montón de cosas que pasaron adentro de la casa, porque son cosas que se hablaron. Calculo que bien no la habrá pasado, pero yo tampoco, y por eso traté de mantenerlo lo más presente posible y lo nombraba mucho. Yo no quería que él sintiera que le estaba soltando la mano. Ahora hay que hablar un montón de cosas y eso es lo que me queda por hacer.
-¿Cómo era tu vida previa a Gran Hermano?
-Yo trabajaba de modelo, así que un poco ya estaba metida en el ambiente, siempre me gustó. El casting lo hice porque usaba TikTok y después de llenar un formulario, me llamaron de la producción y no lo podía creer. Por suerte mi familia me súper banco, ellos sabían que esto era algo bueno para mí.
-¿Hubo algo que te quedaste con ganas de contar en la casa?
-Hay muchas cosas de mi vida que fueron un poco duras y que no las conté porque hay temas que uno no revela de un día para el otro, pero sí hubo otras cosas por las que seguramente me juzgaron.
-¿Por qué cosas te sentiste juzgada?
-Principalmente por mi relación o probablemente por el preguntarme por qué aceptaba o perdonaba ciertas cosas de mi relación que obviamente no me gustaban. Creo que muchas de esas cosas pasan en la vida cotidiana, pero igualmente todos señalan con el dedo. Y hay cosas que si le pasan a un tipo es un capo porque el hombre puede ser infiel y la mujer perdona, pero si es al revés todo cambia. Yo no le fui infiel a nadie porque con Alan no chapamos, pero la sociedad juzga mucho lo que se hace puertas adentro.
-Siendo modelo, ¿te tocó vivir alguna situación en la que te sintieras incómoda?
-La verdad es que sí, pero sucedió cuando era mucho más chica, que tuve una situación que no me gustó y por eso dejé de trabajar tanto. Pero de grande y con la personalidad que tengo, muchas personas reculan antes de hacer algo que no corresponde porque si alguien hace algo, ya sabe que no me voy a quedar callada. Pero es un ambiente heavy, tenés que saber defenderte. La verdad es que la mujer sigue muy expuesta a muchas de estas cosas.
-Por último, ¿a quién ves ganador de este Gran Hermano?
-Te diría a quiénes veo como finalistas y ahí la veo a Rosi. A ella le tengo confianza porque la gente la quiere y en la casa es una hermosa persona. Y a Manzana y a Furia también los veo, pero creo que entre ellos dos, alguno va a sacar de la placa a otro, pero uno de ellos seguro que llega.