Tres libros de Milan Kundera para leer además de “La insoportable levedad del ser”
Sin dudas que el nombre de Milan Kundera,...
Sin dudas que el nombre de Milan Kundera, quien falleció el martes a los 94 años, estará por siempre asociado con su obra más famosa: “La insoportable levedad del ser”, publicada en 1984.
La popularidad de esa obra, que sigue la vida de dos parejas durante la Primavera de Praga de 1968, cimentó la fama internacional de este autor checo, que dejó su país natal durante la era comunista, en los años ‘70, y se convirtió en ciudadano francés.
Si no leíste el libro quizás viste su versión cinematográfica, protagonizada por Daniel Day-Lewis, Juliette Binoche y Lena Olin, que tuvo un gran reconocimiento de la crítica cuando se estrenó en 1988.
Pero la fama de esa obra, publicada cuando Kundera ya llevaba casi una década viviendo en Francia, opacó el resto de su producción literaria.
A continuación, te recomendamos otros tres libros emblemáticos del escritor, que no debés perderte para conocer a fondo su obra.
El libro de los amores ridículos (1968)Antes de hacerse conocido por sus novelas, y cuando aún vivía en Checoslovaquia, Kundera escribió este libro de relatos.
Al igual que su obra más famosa, el tema de base son las relaciones amorosas.
La colección de siete cuentos aborda diferentes situaciones que van desde la tragedia hasta lo cómico, y, a través de los personajes, el escritor reflexiona sobre el amor, la amistad y -sobre todo- el sexo, y cómo afecta a nuestro comportamiento.
Aunque el libro se publicó originalmente en Checoslovaquia en medio de las protestas y la liberalización política de la Primavera de Praga, fue prohibido tras la invasión rusa de agosto de 1968, que reafirmó la censura y la opresión comunistas.
Las obras de Kundera permanecieron prohibidas en su país de origen hasta que la Revolución de Terciopelo puso fin al poder del régimen en 1989.
El libro de la risa y el olvido (1979)Esta obra que mezcla varios géneros -es parte novela, parte colección de relatos y parte ensayo filosófico, además de contener elementos de realismo mágico- llevó a que el gobierno checo le revocara la ciudadanía a Kundera.
El libro relata las vicisitudes de diversos ciudadanos checos que se oponen al gobierno comunista.
Según el historiador estadounidense Timothy Snyder, es uno de los mejores libros que se ha escrito sobre el disenso político.
“Kundera era un joven estalinista, al igual que sus amigos. Entonces él sabe lo que era estar adentro, tener certeza sobre el resto del mundo y creer que todos los que no compartían esa certeza eran tontos”, señaló en una entrevista con la editorial Five Books.
“Cuando uno piensa en la realidad de la disidencia, en Occidente tendemos a mirar hacia atrás y pensar que hubo un mal comunismo y un montón de buenos liberales. Pero, de hecho, la mayoría de los disidentes pasaron por una revolución intelectual bastante intensa para llegar a donde estaban”.
Por el conjunto de sus obras, en 1981 Kundera recibió en Estados Unidos el premio Common Wealth, otorgado a quienes se destacan en diversas disciplinas.
Cuatro años más tarde también fue reconocido con el Premio Jerusalén, otorgado a escritores cuyas obras han abordado temas de la libertad humana en la sociedad.
La ignorancia (2000)Esta obra que escribió en Francia durante el último año del siglo XX es considerada su última gran novela. El tema central es la emigración.
Kundera, quien para entonces llevaba un cuarto de siglo lejos de su país de origen, plantea algunos de los dilemas que enfrentan los expatriados.
El libro narra la historia de una mujer y un hombre checos que se fueron de su país durante la era comunista y ahora regresan de visita tras la caída de ese régimen.
Con tintes fuertemente autobiográficos, la novela cuenta cómo los protagonistas se sienten totalmente diferentes a sus compatriotas que se quedaron.
Al igual que en varias de sus obras anteriores, Kundera también aborda el tema del olvido y cómo tener recuerdos selectivos puede llevar a la ignorancia.
En 2019 el autor y su esposa recuperaron su ciudadanía checa, pero permanecieron el resto de su vida en Francia, donde llevaron una vida de bajo perfil.