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Una casa que tardó más de lo pensado pero valió la espera

Agustina Ogallar estaba embarazada de su hijo Tomi cuando se mudó a su nueva casa junto con su marido, Carlos Contreras, y la hija de ella, Jazmín, que hoy tiene 19 años. No fue fácil: habían ...

Agustina Ogallar estaba embarazada de su hijo Tomi cuando se mudó a su nueva casa junto con su marido, Carlos Contreras, y la hija de ella, Jazmín, que hoy tiene 19 años. No fue fácil: habían agotado el presupuesto antes de completar la obra y, como signo de tantos contratiempos, una fuerte tormenta los obligó a pasar lo que sería su primera noche en la casa en un hotel.

Al principio me costó acostumbrarme al hormigón, hasta que le encontré la vuelta con la combinación de blanco y madera.

Agustina Ogallar, dueña de casa

Ese comienzo accidentado, sin embargo, derivó en una serie de experiencias valiosas que los llevaron desde el desgaste de vivir en una casa en construcción a la alegría de ver que, con perseverancia, todo iba tomando la forma y el color que querían. En el camino, que llevó cuatro años, fueron fundamentales la unión de la familia y el pragmatismo de Agustina, que se ocupó de buscar gremios y proveedores, definir las prioridades de trabajo e ir ambiente por ambiente en lugar de hacer varias cosas a la vez.

“Contemplé varias opciones para esta pared de 4x2,70m, hasta que di con este mural de Tinta Chini, cuyo diseño original modificamos porque era más infantil. Es impactante pero, al tener tonos pastel, no cansa”

En cuanto a la decoración, prefirió esperar hasta poder comprar los muebles que quería en lugar de algo más económico pero que no le gustara tanto. Al final del día, el esfuerzo y la convicción dieron sus frutos.

Integrar los espacios

“Llevamos las aberturas hasta el techo porque nos parecía fundamental conectar el interior con la galería, sentirnos afuera sentados en el living”

Si el mural le transmite al living un clima de exotismo, el cielo raso con tirantes de madera y ventiladores continúa la influencia asiática en la galería. El proyecto de la parrilla y la galería estuvo a cargo de la Arq. Cecilia Lieutier. Una mesa de incienso (El Cerne) se acompañó con sillas ‘Tólix’ (Prestigio).

Todos los chiches

En el jardín, diseño de la paisajista Cata Freixas, cada uno tiene su lugar. Una huerta con riego por goteo, la casita de madera (Paraíso rústico) del menos y el estudio de Carlos. Para que pudiera tocar su batería sin restricciones, Agustina lo sorprendió con este volumen acustizado hecho con paneles de acero de aislación térmica. El aire acondicionado, luz y la heladerita lo convierten en un bunker soñado.

En sintonía

Siguiendo la línea del living, para el toilette se eligió un mural selvático(Incartare) que se completa con un espejo y canastos (Blosson Market). El diseño del toilette y su mueble de petiribí son de Quark Estudio de Arquitectura.

En su mente, la cocina debía ser blanca, con abundante espacio de guardado, una isla para desayunar y materiales de fácil limpieza y mantenimiento.

Mesadas ‘Blanco Zeus’ de Silestone (Marmolería Madero), lámparas de techo (Easy) y banquetas (Home Project) fueron en esa dirección. Las plantas (Ciudad Naturaleza) dan el toque verde. Vajilla, cristalería, utensilios en sus contenedores y tablas son de Philippa Deco Boutique.

Originalmente ocupado por la batería, una vez que construyeron el estudio aislado en el bajo escalera se instaló una barra que se conecta con la cocina. Una barra con base de madera y estantes de Galpón Osuna y tapa de Silestone ‘Blanco Zeus’ a tono con la cocina.

La vida en rosa

Para la suite, Agustina eligió un mural en sutil rosado (Mercedes Costal) que Carlos aceptó sin problema. La lámpara de techo y veladores son de Lolo and Co y se combinan con una alfombra a tono (Godet). Las mesas de luz y cómoda antiguas (Litta Muebles) suman calidez.

Una tendencia en murales botánicos son los que tienen grandes motivos en blanco y negro. Este, de estilo oriental, sigue esa idea con un tinte delicado de color en las flores de la magnolia foscata, originaria de China.

El baño es amplio y tiene una gran bañadera con hidromasaje y box de ducha. La mampara (Shawer) y la grifería (Peirano) con detalles en negro le dan carácter. En el antebaño doble bacha, apliques de pared (Hado de Luz) y un mueble en negro que combina con el piso ‘Piú Moscú’ de Blaisten.

El piso de baldosas símil calcáreas ancla con su dibujo un espacio de otro modo despojado, con líneas muy simples (en blanco, negro y beige) y divisiones transparentes o parciales

El cuarto de Tomás es cien por ciento funcional pero sin descuidar la estética. Mesa y sillas (Syria Home) de juegp y un mueble azul (Lolo and Co) que contiene todos los juguetes. La lámpara es de Morph. El dormitorio de Jazmín, realizado por Quark Estudio de Arquitectura, está alineado con el resto de los ambientes pero pensada al detalle para una adolescente. La lámpara de techo (Alegra Deco and Garden) dialóga con el respaldo (Sol Palou Deco). Cubrecama (Arredo). Velador (Lolo and Co). Cortinas de terciopelo (Abax Deco).

A pesar de que se llevan 15 años, apenas se mudaron Jazmín y Tomás compartieron cuarto. Cuando pudieron construirlo, le hicieron una terraza propia que funciona como punto de reunión con amigas.

“Queríamos una casa de líneas modernas y con una distribución práctica: ambientes semiintegrados en la planta baja y, arriba, tres dormitorios y dos baños”, cuenta Agustina. A pesar de que se siguió esa consigna el estilo contemporáneo no comprometió la calidez del lugar. Revestimientos, murales y madera fueron clave a la hora de apropiarse de la casa y volverla propia.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-living/una-casa-que-tardo-mas-de-lo-pensado-pero-valio-la-espera-nid25022024/

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