La noticia del fallecimiento de una mujer de 26 años conmocionó a la ciudad de Mar del Plata esta semana. Florencia Iturrioz, una nutricionista oriunda de La Plata, murió el domingo pasado luego haber asistido a una fiesta electrónica ,y ahora la justicia investiga las circunstancias de su muerte.

Graduada hace casi dos años en la Licenciatura en Nutrición en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la joven trabajaba y vivía en la capital bonaerense, y se especializaba en nutrición vegetariana. Además, tenía una cuenta de Instagram en donde daba recomendaciones de alimentación sana y hábitos saludables. También había cursado parte del profesorado de Educación Física.

Según lo que se pudo reconstruir por los primeros testimonios de las personas que veraneaban con ella, la joven había ido a una fiesta electrónica el sábado pasado con sus amigas. Luego, el grupo regresó al alojamiento de zona céntrica en el que se hospedaban, sin ningún comportamiento extraño hasta el mediodía del domingo, cuando comenzó a tener una crisis. Un equipo del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME) la trasladó desde el departamento hasta el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), en donde ingresó “con convulsiones”, y finalmente murió.

En este contexto, la fiscalía de turno, a cargo de Fernando Berlingeri, inició una investigación judicial para determinar las causas de la muerte de la joven y ordenó la realización de una autopsia. El informe preliminar, según pudo confirmar LA NACION, da cuenta de “una sobredosis” y anticipa indicios que hacen presumir que habría consumido éxtasis.

A la espera de resultados de análisis histopatológicos que permitirán certificar qué tipo de sustancia le provocó la muerte y tener precisión sobre cantidades ingeridas, los investigadores buscan sumar testimonios que no sólo aclaren las circunstancias de la tragedia, sino también permitan detectar la intervención de terceros.

En las últimas horas, comenzaron a circular mensajes de dudas sobre lo ocurrido desde el entorno de la víctima, y especulaciones sobre que alguien podría haberle puesto drogas -en particular, metanfetaminas- en algún trago que ella bebía. En los tribunales, según pudo confirmar LA NACION, no hay hasta el momento ninguna presentación formalizada desde la familia o el entorno de Yturrioz que reclame avanzar sobre esa hipótesis.