El día está soleado y en medio de una calle poco transitada, aparece un Cadillac Escalade, uno de los SUV de lujo de la marca estadounidense. A un costado de la vereda, cuatro jóvenes argentinos no pueden controlar la emoción. “¿Es?”, pregunta uno. “¡Sí, es!”, responde otro al borde del llanto.

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Una de ellos hace gestos con las manos y el auto empieza a bajar la marcha. Las ventanillas se bajan y aparecen ellos: Lionel Messi, en el asiento del acompañante y Antonela Roccuzzo tras el volante. “Me muero, me muero, no lo puedo creer”, exclama un joven. “¿Te puedo dar un abrazo?”, pregunta otro.

El campeón del Mundo sonríe para la foto mientras que Antonela posa para una selfie con la chica que detuvo el auto con sus brazos. “Te amo, Leo ¡Gracias! ¡Que anden bien!”, le agradece otro. Una vez que las fotos terminan, las ventanillas del SUV vuelven a subirse y Lionel y Antonela siguen su camino.

Temblando y casi al borde del llanto, los argentinos permanecen en shock. “Lo filmé”, explica uno cariñosamente. “Estoy temblando, no lo puedo creer”, dice otro.

Lionel Messi acostumbra a aceptar fotos y cumplirle los deseos a sus fanáticos. Para él, es una firma y una foto más; para ellos, es un recuerdo que nunca van a borrar de su memoria. Pero más allá del video, que ya recorre X (Twitter), Instagram, YouTube y vaya uno a saber cuántas redes más, algo que llama la atención es el vehículo que traslada a la pareja.

Es sabido que el capitán tiene en Barcelona una impresionante colección de autos de todo tipo y que en la Argentina lo espera un Audi Q8, que también maneja Antonela cuando visitan su Rosario natal o hacen alguna que otra escapada a Buenos Aires. Pero los autos que Messi tenía en Miami, Estados Unidos, eran en su mayoría una incógnita hasta ahora.

Los fanáticos del motor no titubearon al identificarlo: Messi se mueve en un Cadillac Escalade, uno de los SUV de lujo que la automotriz estadounidense produce y vende en el mercado internacional. Decir que tiene un motor 6.2 V8, 426CV de potencia y 623NM de torque es quedarse con la superficie de lo que este vehículo ofrece.

Esta equipado con el famoso sistema Super Cruise, tiene tracción total 4x4, transmisión automática de ocho velocidades y un espacio bestial: 5,18 metros de longitud, convirtiéndolo en uno de los SUV más grandes del mercado, solo superado por el Escalade ESV, que llega a 5,7 metros.

Volviendo al que maneja Antonela, es imposible no mencionar su pantalla OLED curva de 38 pulgadas, que si bien no se percibe en el video que tomaron los argentinos, es uno de los puntos destacados de este SUV.

En cuanto a precio, según consta en páginas de venta de autos de los Estados Unidos (la web de Cadillac está en mantenimiento al momento de publicación de este artículo), oscila entre US$80.000 y US$120.000.