SAN CARLOS DE BARILOCHE.– En el marco de los despidos en la administración pública nacional, a fines de marzo no se le renovaron los contratos a unos 80 trabajadores de Parques Nacionales. El área protegida en que más despidos hubo fue el Parque Nacional Lanín, en Neuquén, donde se desvinculó a cuatro profesionales, un técnico y un administrativo.

Desde ese parque vienen realizando marchas y diversas medidas para visibilizar la situación de los trabajadores cesanteados, algunos de los cuales llevaban casi 20 años en sus puestos. Durante una conferencia de prensa brindada ayer en San Martín de los Andes, rechazaron los despidos injustificados y advirtieron sobre “el peligro de vaciar el Estado y sus políticas públicas”.

Con el apoyo y la presencia del intendente de esa localidad neuquina, Carlos Saloniti, las personas despedidas indicaron que son agentes de entre 19 y 2 años de antigüedad, y que fueron despedidos sin justificación, “como evaluaciones de desempeño, sumarios o inasistencias”.

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En tanto, diputados nacionales neuquinos de distintos bloques pidieron hoy por la reincorporación de los trabajadores despedidos en los parques Lanín y Los Arrayanes. Osvaldo Llancafilo (Movimiento Popular Neuquino), Pablo Cervi (Juntos por el Cambio), Tanya Bertoldi y Pablo Todero (Unión por la Patria) presentaron un proyecto de declaración conjunta en la Cámara de Diputados de la Nación para revertir la decisión del Ejecutivo nacional.

“Esta medida pone en jaque la correcta administración y cuidado de estas áreas protegidas. Antes de estas cesantías, la cantidad de personal ya era insuficiente. Entendemos que quizás en la reestructuración que está llevando adelante el gobierno nacional desde Buenos Aires, desconozca la gran tarea que se lleva adelante en los Parques Nacionales Lanín y Arrayanes, que queda demostrado cuando miles y miles de turistas visitan el sur de Neuquén”, advirtió Llancafilo.

Y agregó: “Allí hay un claro equilibrio entre la preservación del medio ambiente y la actividad turística que deja ingresos económicos muy importantes para el país, la provincia y quienes desde el sector privado desarrollan distintas actividades económicas. El recurso humano en los Parques Nacionales de Neuquén es una inversión”.

La declaración y gestión iniciada busca la reincorporación de Laura Costa Rojo, María Belén Roca, María Florencia Piscicelli, Pablo Giacometti, Rodrigo Ocaranza y Cristian Virgala, del Parque Nacional Lanín; y de Lidia Marina Báez, que trabajaba en el Parque Nacional Los Arrayanes.

“Se trata de profesionales calificados, eficientes y responsables, fundamentales para la protección y el cuidado de una vasta región de nuestra provincia, donde el principal motor es la segunda economía más importante que tenemos: el turismo”, aseguró Llancafilo.

Los diputados neuquinos sumaron que el personal de los parques Lanín y Los Arrayanes fue el único en todo el Sistema Nacional de Áreas Protegidas que elaboró y presentó una planificación estratégica de investigación científica articulada con otras instituciones, con ejes en investigación aplicada a la resolución de las principales problemáticas de gestión.

“Que esta medida sea impulsada por bloques que tienen ideas partidarias diversas demuestra que esta propuesta trasciende la política, se trata ni más ni menos que la defensa de Neuquén y el desarrollo en armonía tanto del sector público como privado en una actividad tan importante como la del Turismo”, señaló Llancafilo.

Días atrás, también la vicegobernadora neuquina, Gloria Ruiz, había pedido también la reincorporación de los trabajadores despedidos del Parque Lanín.

El Parque Nacional Lanín posee una extensión de 412.003 hectáreas y es el tercer parque nacional más grande de la Argentina. Dentro del territorio conviven siete comunidades mapuches, 12 asentamientos de población no indígena, 12 estancias privadas y ocho loteos privados con 1871 lotes. Asimismo, se destaca su importancia como reserva de biosfera.

Además, se da un caso particular: dentro del área protegida se encuentra también otro parque nacional, creado para proteger un bosque de arrayanes único en el mundo que sólo ocupa la Península de Quetrihué, en cercanías de Villa La Angostura.